Hace tiempo que me viene rondando
la idea de transferir fotos a madera, pero por falta de tiempo, siempre lo voy
posponiendo. Hace meses que tenía el material en casa y por fin llegó el
momento de ponerse manos a la obra.
Lo primero que necesitamos es un
trozo de madera, en cualquier tienda de bricolaje podrás comprarlo. Te aconsejo
que pienses de antemano qué harás con la foto resultante. Si pretendes ponerle
un marco, consíguelo primero para cortar la madera a su medida y no al revés.
Es difícil encontrar un marco para unas medidas que no sean estándar, tendrás
que encargarlo, así que será más caro. Puede quedar bonito que la foto no ocupe
toda la madera, para que tenga un pasepartout donde se vean las betas.
A la hora de escoger la madera, es conveniente que la escojas con las betas muy marcadas, cuanto más se
vean, más bonito será el efecto. El pino puede ser una buena elección.
También necesitaremos Gel
médium, lo puedes encontrar en las tiendas de manualidades, el precio ronda los
10 euros, pero después de hacer mi primera transferencia, veo que voy a tener
gel para una buena temporada, cunde mucho. He leído en algún foro, que también
se puede utilizar cola blanca o alkil. No lo he probado, así que no conozco el resultado, pero parece
ser que es el mismo.
Ahora vamos al punto
más importante, que es la fotografía. Necesitamos una fotocopia en papel normal.
La impresora debe ser laser, no sirven las de inyección de tinta. Es importante
imprimirla en modo espejo, ya que al ponerla boca abajo sobre la madera la
veremos al revés.
Teniendo ya todo lo necesario,
comenzamos echando gel médium sobre la foto, por el lado impreso y también
sobre la madera. No dejaremos ningún hueco sin gel. Pondremos la
foto boca abajo y poco a poco con suavidad para no romper la hoja, ya que ahora
está húmeda, eliminaremos cualquier burbuja de aire que pudiera quedar. Si nos
quedan burbujas, ese espacio no se unirá a la madera y faltará la imagen.
Dejamos secar la madera durante
horas, hasta que el papel esté totalmente seco, será el momento de empezar a
retirarlo. Para ello debemos mojar el papel y con el dedo iremos frotando sin brusquedad, hasta que hayamos retirado todo el papel.
La imagen aparecerá pegada sobre la madera.
Esta es la primera que he hecho y
me he dado cuenta de que la parte más difícil de eliminar es el papel blanco
que queda fuera de la foto (los márgenes), así que mi consejo es que la
recortemos antes de hacer la transferencia. También deberíamos colocar cinta de carrocero alrededor, para no manchar la madera con el gel medium. Cualquier resto que quede sobre la madera, se verá una vez seco y ya no podremos quitarlo.
Hasta
que no se seque por completo la madera, no sabremos si hemos finalizado con
el trabajo, ya que mientras la superficie esté húmeda, los colores son muy vivos y no vemos restos de papel. En la siguiente foto, vemos el resultado de no haberlo eliminado todo. Así que no queda
más remedio que volver a repetir el proceso, hasta que una vez seco,
los colores de la fotografía aparezcan limpios.
El efecto final sería este, la madera se ve a través de la fotografía. Es preferible utilizar fotos con colores claros, porque a través de ellos se ven mejor las vetas.