Al disparar nuestra cámara, no
solo vamos a fotografiar el objeto que queremos mostrar, sino que también tendremos
todo su entorno, o sea, el fondo. Ese acompañante incansable de todas nuestras
fotos. Así que debemos prestarle un poco de atención. Muchas veces nos
centramos en aquello que queremos mostrar y el fondo nos pasa totalmente desapercibido,
obteniendo resultados indeseados. Hace poco, un amigo colgó una foto en Facebook y ni siquiera después de verla
publicada, se dio cuenta de que la cúpula de un edificio parecía un sombrero
perfectamente colocado sobre su cabeza. Por eso, es lo primero en lo que tenemos
que fijarnos, debemos adquirir el hábito de hacerlo, para que nos salga de
manera natural al mirar a través de nuestro objetivo.
En la imagen que tenemos a continuación, podría pensarse que se ha colocado a la persona deliberadamente debajo de los cuernos, para hacer una foto graciosa y si no fue así, fue un gran descuido.
En la imagen que tenemos a continuación, podría pensarse que se ha colocado a la persona deliberadamente debajo de los cuernos, para hacer una foto graciosa y si no fue así, fue un gran descuido.
¿Qué podemos hacer cuando el
fondo no es el adecuado o simplemente no es lo que buscamos? Lo más fácil es
que nos desplacemos nosotros y escojamos el fondo más apropiado con lo que queremos transmitir. En el caso de estas fotos, en el primer disparo, sin prestarle la más mínima atención al fondo, nos aparece el caracol entre dos tonos distintos formados por el cielo y la tierra, distrayendo nuestra atención del objeto a fotografiar.
En la segunda foto realicé un pequeño picado pera evitar el cielo, pero el caracol perdía interés al tener un fondo con un tono demasiado parecido.
Me quedo con la tercera fotografía, un contrapicado, con el color azul del cielo, el caracol queda bien definido y nuestra atención se centra en él.
De todos modos, todo ésto es muy subjetivo y va a depender siempre del gusto de la persona que dispare la cámara. Habrá quien vea más agradable la segunda foto al tener una mayor armonía de colores.
También podemos intentar acercarnos al
sujeto o utilizar el zoom, a fin de rellenar el encuadre y
dejar fuera el fondo, o la mayor parte posible de él. Como último recurso está
el desenfoque gaussiano en Photoshop, lo que suelo hacer en este caso es marcar
el fondo por partes. Primero desde la zona más cercana al sujeto hasta el infinito
y calo la selección con un número elevado. La siguiente selección será desde
media distancia hasta el infinito y así sucesivamente, de esta manera se verá
más desenfocado el final de la foto que la zona más cercana , creando
un efecto más natural. Pero ya he dicho que esté sería el último recurso,
siempre es mejor disparar la foto con el fondo difuminado.
Si estamos haciendo macros en la naturaleza, podremos llevar
de casa alguna cartulina blanca o negra. Esto nos dará la posibilidad de
escoger nuestro propio fondo e incluso nos puede ayudar a evitar el aire. Si
estás trabajando en casa, esto resulta mucho más fácil, ya que podrás crearte
tu propio fondo, con cartulinas, telas, etc. Yo tengo mis propios fondos, uno
blanco y otro negro. En una tienda de telas, me dieron unos tubos de cartón que
uní formando uno muy largo, al que pegué uno de los extremos de las telas, lo
cuelgo del techo y para guardarlo tan solo tengo que enroscarlo en el tubo
cuidadosamente para que no se arrugue, de esta forma, los puedo guardar sin problemas sobre
cualquier armario.