lunes, 15 de diciembre de 2014

Como sacarle partido a la cámara de nuestro movil

Me ha costado mucho utilizar la cámara del móvil. Para mí,  que siempre disparo con réflex, era como dar un paso atrás. Hasta que he me he dado cuenta de que a  veces es preferible dejar a un lado la calidad para darle importancia a la espontaneidad. Así que decidí darle  una oportunidad a la cámara de mi móvil. No tiene por qué estar reñida con la reflex, simplemente su uso es diferente.
Hay que reconocer que el uso del móvil  es más discreto, puedes hacer fotos sin que nadie repare en ti. Con una réflex esto es más difícil. Eso sí, silencia la cámara y quita el flash. En la mayoría de los casos el flash no sirve para iluminar la escena , suele ser un error común utilizarlo pensando que nos va a solucionar el problema de la luz, lo cierto es que apenas tiene potencia, solo sirve para planos cortos. 
Para hacer buenas fotos con la cámara  de tu móvil debes tener en cuenta algún que otro detalle:
  1. Conoce tu cámara: Dedícale unos minutos al menú, todas tienen alguna opción que puedes modificar, por defecto viene configurada con unos parámetros, pero eso no quiere decir que no existan más. Juega con ella, hasta que sepas para que sirven todos.
  2. Ten un acceso rápido: De nada te sirve tener en tus manos una cámara dispuesta a disparar en cualquier momento, si tienes que entrar en tus aplicaciones y buscarlas entre otras mil. Así que coloca el icono de la cámara bien visible y si puedes configurarla para  acceder a ella incluso con el teléfono bloqueado, aún mejor.
  3. Evita utilizar el zoom: Solo conseguirías quitarle aún más calidad a tu foto. No importa lo lejos que esté el objeto, te aseguro que siempre quedará mejor si no lo utilizas.
  4. Controla la exposición y el enfoque: La mayoría de smartphones con pantalla táctil permiten hacerlo tocando directamente la zona que nos interesa. También existen aplicaciones que te permiten ampliar las opciones de control.
  5. Disparo con botón o con pantalla: Si tu teléfono te permite disparar con botón o tocando la pantalla, prueba a ver cuál de las dos formas te resulta más cómodo, supongo que depende de la persona. A  mí, personalmente, me gusta más tocando la pantalla, tienes más libertad a la hora de disparar, lo encuentro más rápido, toques donde toques disparas.
       Un trípode siempre puede ser un buen aliado a la hora de hacer fotos y poder incluirnos en ellas, Esta es una forma fácil y cómoda de tener el nuestro, con gasto cero y siempre a mano, ya que desplegado lo llevaremos en nuestra cartera.
      Primero debes buscar un cartón semirígido, preferible el que tiene ondas en el centro. Mediremos nuestra cartera para asegurarnos de que nos va a caber una vez terminado, le damos la forma que vemos en las imágenes y hacemos unos cortes en los vértices superiores,  han de ser justo del ancho de nuestro móvil, es preferible que entre un poco forzado, para evitar que se caiga o tenga holguras.



En este vídeo de 30 segundos te muestro como utilizarlo.



Después de haber aprendido a disparar adecuadamente y de tener nuestras fotos almacenadas en nuestro móvil, viene el retoque. Si eres de las personas que les gusta editar sus fotos, hay muchos editores para móvil que incluyen filtros, que nos pueden ayudar a mejorar la imagen. También puedes hacerlo en el ordenador. Yo tengo sincronizadas las fotos con dropbox, de esa manera en cuanto hago una , ésta se sube automáticamente a la nube,  siempre la tengo lista en mi ordenador  para retocarla con Photoshop, sin necesidad de tener que descargarla con el cable.
Guardar las fotos originales es un buen sistema para tener siempre la posibilidad de cambiar el retoque, puede que en un momento determinado nos parezca maravilloso el efecto que le hemos dado a esa imagen y que más adelante nos arrepintamos. Tendemos a descuidar  el tema del almacenamiento y organización de las fotos que hacemos con el móvil. Se van quedando ahí y solo nos acordamos de sacarlas cuando nuestra tarjeta de memoria nos da un tirón de orejas diciendo que ya no caben más. Te vendría bien echarle un ojo a este otro post, donde te doy algún consejo.

Hay infinidad de móviles y cada uno con sus características. Por ejemplo:

Iphone- Es de los más automáticos, es muy cómodo de utilizar, pero te deja poco margen de maniobra.

Estamos tan acostumbrados al manejo simple de nuestros móviles, que alguien en una ocasión me dijo que el flash de su Iphone  ya no funcionaba, cuando lo único que le ocurría,era que lo tenía desactivado. No le dedicamos tiempo a buscar entre sus funciones, a veces nos sorprende la cantidad de cosas que podemos hacer y por desconocimiento no utilizamos.

En la foto superior, vemos en la esquina superior izquierda el símbolo del flash, si lo tocamos se desplegará el menú y tendremos la opción de activarlo, desactivarlo y ponerlo en automático, en ese modo, solo funcionará cuando la cámara entienda que hay poca luz. Yo prefiero decidir cuando lo quiero y cuando no.

Pinchando en el icono del centro "MAS" se despliega este menú que tenemos a la derecha. La cuadrícula se refiere al las lineas que cruzan la pantalla en la foto superior. Es muy cómodo tener esta opción activada porque nos permite encuadrar mejor nuestra imagen y podemos evitar que nos quede torcida.
Debajo de cuadrícula vemos que pone HDR , significa alta calidad. pincha aquí, para leer más sobre esta opción.
La cámara situada en la esquina superior derecha con dos flechas, sirve para activar la cámara frontal o la posterior de nuestro móvil. Debemos saber que en la mayoría de los móviles, la cámara que está situada en la parte de nuestra pantalla, tienen menos calidad que la cámara posterior. Esto es todo, no podemos controlar la exposición de la luz, ni tiene reducción de ojos rojos, ni escenas como: retrato, paisaje, escena nocturna, etc.

Este tema es inagotable, así que he decidido publicarlo sin tenerlo aún terminado. A medida que vaya encontrando nuevas utilidades, trucos o consejos iré ampliándolo.





miércoles, 12 de noviembre de 2014

Reportaje fotográfico de deportes tradicionales (Los bolos en Cantabria).



Este verano pude ver una partida de bolos y tuve la suerte de llevar mi cámara de fotos conmigo. Ya no recuerdo los años que han pasado desde la última vez que vi una. Cuando era pequeña existían boleras por todas partes, pero poco a poco su numero se ha ido reduciendo. Es uno de los deportes tradicionales de Cantabria y aunque existen diversas teorías sobre sus orígenes, la más fiable es la que mantiene que data de la época de los primeros peregrinos del Camino de Santiago.

Como ocurre con la  mayoría de los juegos,  se transmiten de generación en generación y con el paso del tiempo, esos juegos han ido evolucionando de una forma diferente en los distintos valles de Cantabria, dando lugar a las diferentes modalidades. En la antigüedad, cualquier lugar era bueno para jugar a los bolos, incluso en la calle en plena ciudad de Santander,  lo que traía problemas a la vida económica de la villa, dedicada por entonces al comercio de lanas y harinas provenientes de Castilla. Por este motivo, aparecen numerosos bandos prohibiendo la práctica del juego en la calle, ya que el continuo trasiego de carros  de mercancías veían interrumpida su marcha por el juego.



A pesar de que a lo largo de la historia se han ido sucediendo las prohibiciones, nadie puede poner en duda que hoy en día el juego está asegurado por las peñas y la cantidad de jugadores que existe. Cantabria cuenta con cuatro modalidades de juego que son: el bolo palma, (el que más se practica), el bolo pasiego, el bolo trasmerano o pasabolo losa, y el pasabolo de tablón.


El campo de juego se llama bolera,  es un recinto de tierra rodeado de tablones de madera y paredes de piedra. Mide unos 36 metros de largo y unos 6 metros de ancho . En casi todas las boleras se plantan árboles a su alrededor, para procurar sombra, ya que es un deporte que se practica únicamente cuando hace buen tiempo y la tierra esta seca. Destacamos, por su antigüedad, la bolera de La Colina, en Selaya alrededor de la cual se levantan majestuosos chopos centenarios. Es la bolera en la que he realizado este reportaje.


Nos centramos ya en el juego en sí. Se realiza con 9 bolos, más el emboque de madera. Para derribar los bolos se utilizan bolas de madera (normalmente de roble). Los 9 bolos se "plantan" en un lugar central llamado "caja" y se disponen en tres hileras de tres bolos (formando un cuadrado). Se comienza la tirada lanzando las bolas desde el tiro.(especie de pasillo frente a los bolos) Las bolas lanzadas deben superar el fleje.


Mencionar que el bolo central se llama "panoja" y vale dos, cuando es derribado él sólo, tanto desde el tiro como desde el birle. Hay un momento en la partida en el que los jugadores se cambian de lado, "intercambio de miradas" como vemos en la foto. El juego es el juego...

Cambio de equipo.





A veces sus posturas son "imposibles"



El juego tiene un vocabulario muy específico, si estáis interesados, podéis  pinchar aquí para ver las definiciones.


Fuentes consultadas:
http://goo.gl/zJPUje 
http://www.guiaruralcantabria.com/bolos.htm

lunes, 8 de septiembre de 2014

Fotografía macro

Quien haya visto mis reportajes, sabe perfectamente que la fotografía macro es, sin lugar a dudas, mi preferida. Fotos llenas de detalles, cosas que vemos habitualmente, pero que por su tamaño nos pasan desapercibidas. Tengo cierta debilidad por las gotas de agua; esa perfección posada sobre cualquier superficie, tan redondas y con un punto de apoyo tan pequeño, que podrían parecer montajes.
En sus orígenes el nombre atribuido a este tipo de fotografía era fotomacrografía, pero  se ha ido acortando hasta quedarse en  “macro” y a pesar de lo que la mayoría de la gente cree,  no es una función de la cámara , sino un objetivo en sí. Es cierto que las cámaras digitales suelen ofrecer el modo macro ( suele representarse con una flor, (una especie de tulipán) con el que podemos acercarnos mucho al objeto, pero nunca lo suficiente, como para estar hablando de fotografía macro.








Entendemos por fotografía macro, aquella en  la que el objeto aparece más grande de lo que es en realidad, sin necesidad de ampliarla; como en el ejemplo siguiente, el mismo abejorro se asustaría de sí mismo.

Ya he hablado en otros post de la importancia del fondo , en este tipo de fotografías debemos prestarle una mayor atención. Nos centramos en un solo objeto y tiene que quedar claro que es el protagonista, él y solo él, así que no pasa nada porque salgamos a la naturaleza con nuestra cartulina verde o negra debajo del brazo.  Puede resultar un fondo improvisado muy útil, además como va a quedar difuminado, no se sabrá de que se trata. También nos pueden servir para evitar el aire, el mayor enemigo de los macros al aire libre. El trípode también es un buen aliado, para poder utilizar velocidades lentas si son necesarias y si además utilizamos el disparador automático, tendremos las manos libres para sujetar las cartulinas.





Otro punto importante es la  profundidad de campo, en este tipo de fotografía es muy pequeña, así que si utilizamos el enfoque automático, no siempre conseguiremos que quede enfocada la parte del objeto que nosotros elijamos, por lo tanto, el mejor consejo para controlar el enfoque es que sea manual.


Todo esto está muy bien, pero ¿qué pasa si no tememos presupuesto para comparnos un objetivo macro? No pasa nada, existen alternativas, siempre podremos echar mano de las lentes de aproximación. Podríamos llamarlas “filtros” ya que, acopladas al extremo de nuestro objetivo, consigue aumentar las imágenes como si se tratase de una lupa.





Son fáciles de usar, así que no tenemos que desmontar ni sustituir el objetivo. No influyen en la cantidad de luz que llega a nuestra cámara. Su peso es insignificante y el precio puede variar entre 15 euros si los compramos por internet y unos 30.
Aunque debemos tener en cuenta, que para conseguir una buena nitidez debemos cerrar el diafragma más que con el objetivo, por lo que necesitamos una buena cantidad de luz. Creo que es el único inconveniente que podemos atribuirle a este accesorio.

Así que ya no tenemos excusas, manos a la obra y a descubrir ese mundo minúsculo…




Anímate, haz fotos y compártelas aquí





domingo, 17 de agosto de 2014

Mi cámara en el interior de la colmena

A veces la fotografía no solo me permite disfrutar fotografiando el entorno, sino que me da la oportunidad de aprender cosas curiosas, como es el caso de este reportaje. Tengo la suerte de contar con apicultores en la familia, lo que me ha permitido colarme en el colmenar o cortín, que es el nombre que recibe en la zona asturiana que visité.

Lo primero que tenemos que hacer es protegernos, cuando abrimos una colmena, las abejas se sienten amenazadas y no dudarán en defender a la comunidad, así que hay que asegurarse de que no quede al aire ni un centímetro de nuestra piel.



Una herramienta imprescindible para el apicultor es el ahumador, se trata de un depósito cilíndrico, donde meteremos el material que vamos a quemar (en este caso papel y helechos), un orificio para dirigir el humo y un fuelle.







El motivo de utilizar el ahumador, es aturdir a las abejas mientras se realizan las tareas de extracción o reconocimiento de la colmena. Hoy tratamos de comprobar cual es el motivo por el que alguna de las colmenas tiene una producción más escasa que el resto. 


Las colmenas han cambiado mucho en los últimos 30 años, antiguamente eran troncos huecos y las abejas se encargaban de hacer los panales de cera y rellenarlos de miel. Con ese sistema, cada vez que el apicultor extraía la miel, destrozaba todo el trabajo que habían realizado durante la temporada, porque sacaban: tanto la miel, como la cera, para exprimirla y colarla. La producción se veía mermada, ya que las abejas no solo tenían que producir miel, sino que también tenían que reconstruir los panales de cera. Hoy en día, las colmenas son cajones llenos de panales, que se construye dentro de un marco móvil de madera. Se crea una lámina de cera estampada que se pega a los alambres que cruzan el marco en forma horizontal o vertical. Sobre esta base las abejas estiran sus celdas hexagonales con una leve inclinación superior desde el fondo a la boca, con el propósito de que no se derrame la miel que guardan en el interior. Con este sistema, la abeja no pierde tiempo en fabricar las celdas desde la base y el apicultor puede ir añadiendo capas (llamadas alzas) a medida que las abejas van llenando las capas inferiores, en la siguiente foto vemos colmenas con: dos, tres y hasta cinco alzas. 

Aquí podéis ver el vídeo grabado durante el reportaje.


Tuvimos las suerte de presenciar el momento en el que un zángano sale a la luz por primera vez, no recibe ninguna ayuda. Si en lugar de ser un zángano fuese la Reina, estarían todas las abejas alrededor, ayudándola a nacer cortado el opérculo (cera que recubre la celda) incluso tirando de ella para facilitarle la salida, a su lado vemos celdas recientemente abiertas, que corresponden a zánganos que acaban de nacer.







Como ya he dicho anteriormente, el apicultor notó una escasa producción en alguna de las colmenas y es el momento de buscar el motivo. Después de abrir la colmena y ahumar a las abejas para evitar que se muestren excesivamente violentas, extrajo uno a uno los panales en busca de la abeja Reina. Si la Reina es muy vieja, la colmena no trabaja a pleno rendimiento y si es demasiado joven quiere decir, que han pasado una época de inactividad desde que la vieja desapareció hasta que tienen una nueva. 


Toman nota de todos los detalles. Con más de 200 colmenas, se necesita una buena base de datos, para llevar un seguimiento individual.

En la foto inferior podemos ver como las celdas están casi llenas, en ese momento crearán el opérculo o membrana protectora, para que la miel no se derrame y madure. Si se extrajese la miel cuando aún no tiene el opérculo, la miel se estropearía y no serviría para el consumo.

Abajo  podemos ver las  lenguas rojas y vellosas de las abejas, mientras se alimenta con su propia miel. A modo de curiosidad: Si una abeja fuera capaz de producir ella sola un litro de miel, tendría que recorrer una distancia equivalente a 7 veces la vuelta al mundo.




Suerte que son suficientes como para no tener que hacerlo una sola, y que, estas abejas en concreto, tienen el suficiente brezo como para no tener que hacer grandes desplazamientos.


En la foto inferior vemos a una abeja limpiando el interior de una celda. Dependiendo de las necesidades del momento, las utilizaran tanto para guardar miel, como para depositar sus huevos o almacenar polen. Cada celda puede albergar cualquiera de los tres, tantas veces como lo necesite. Si la celda está llena de miel y la necesitan para poner sus huevos, se la comerán y después de limpiarla los pondrán en el interior.




Aquí vemos el siguiente paso a la limpieza, están depositando los huevos en el interior, los podemos ver situados en el centro de cada celda. El primer día están de pie, el segundo ligeramente inclinados y a partir del tercero totalmente horizontales. En la foto vemos que estamos en el segundo día de la puesta.


El trabajo de la abejas es escrupulosamente ordenado, así que no rellenan las celdas  al azar, sino que llevan un orden . En la foto inferior vemos como están ordenados en semicírculos. Podemos diferenciar las que contienen larvas y las que contienen miel, por el color del opérculo. En la miel es mas blanquecino e irregular, sin embargo el de las larvas es mas amarillento.


También existen diferencias entre las celdas que albergan larvas de zánganos y larvas de abejas Reina. Las que son mas abultadas tienen futuras abejas Reina, que han conseguido serlo porque mientras están dentro de la celda el resto de las abejas las alimentan con jalea real. Se aseguran de criar unas cuantas, para evitar accidentes y asegurarse de que alguna llega al final. La primera que consigue salir, matará inmediatamente al resto que aún está bajo el opérculo, para evitar competencia.



A ojos de cualquier persona resulta difícil encontrar la abeja Reina, sin embargo el apicultor la encuentra en segundos. Aquí la vemos rodeada por el círculo. Es considerablemente mayor que el resto de las abejas y el color rojizo de su abdomen es más fuerte que el de sus compañeras.



A veces otras especies comparten espacio con las abejas, las hormigas aprovechan el calor para tener sus huevos y como no suponen ninguna amenaza para las abejas, la convivencia es posible.


Todo esto ha sido posible gracias a la información facilitada por:

Ramiro Linares, Carmen Fernandez y Virginia Linares.

viernes, 25 de julio de 2014

Cómo organizar nuestras fotos

Cuando era pequeña, ordenar las fotos era muy fácil. Aquella caja de madera llena de fotos, era el mejor orden que podía existir. El contacto directo con el papel, incluso el olor a los líquidos reveladores. Pero de esto ya ha pasado mucho tiempo y hoy en día gracias a las cámaras digitales, el volumen de fotografías que tenemos es  incalculable. Si a ello le añadimos la posibilidad de compartirlas con los demás a través de las redes sociales o cualquier otro medio, esa cantidad se multiplica considerablemente, ya que no solo tenemos las nuestras, sino las de todos aquellos que las comparten y nos puedan interesar. 


Al principio, guardaba las fotografías en el disco duro de mi ordenador, hasta que en una ocasión falló y perdí una gran cantidad de fotos. En ese momento decidí guardarlas en DVD ordenadas cronológicamente. Era un buen sistema, pero a la larga me di cuenta de que en el momento en el que salían de mi ordenador, salían de mi vida. Seamos realistas, nadie coge un DVD para ojear fotos. Así que decidí que la mejor opción era comprar un disco duro externo. Hoy en día son muy asequibles, incluso los de mayor capacidad. Aun así sigo utilizando los DVD como sistema de seguridad, un disco duro extraíble también puede fallar. También podemos guardarlas en espacios como dropbox o drive de google que te ofrece 15 GB de almacenamiento gratuito. Tienes un drive por cada cuenta de Gmail que tengas e incluso puedes comprar más GB, si ya lo has llenado.


Hasta aquí el tema del almacenamiento, pero… ¿qué pasa con el orden? ¿Cuántas veces has intentado buscar una foto concreta de hace unos años y lo has tenido que dejar por imposible? Después de probar muchas formas de organización, he llegado a la que (al menos de momento) me da mejor resultado. Lo que más escasea hoy en día es el tiempo. Así que, gestionémoslo lo mejor posible siendo  organizados y sistemáticos  desde el mismo momento en el que volcamos las fotos en el ordenador, de esta forma encontraremos cualquier foto en el momento en el que la necesitemos. Muchas veces con las prisas por vaciar la tarjeta las volcamos al escritorio y decimos: - En cuanto tenga un rato las recoloco. Si ese primer paso lo hacemos bien, ya tenemos medio trabajo hecho.

Primer paso- Creamos una carpeta que se llame FOTOS



Segundo paso- Dentro de esta carpeta crearemos otras por años.



Tercer paso- dentro de la carpeta del año abrimos varias, para los distintos temas o reportajes.

Cuarto paso- En cada una de esas carpetas, renombraremos las fotos con todas las palabras claves que podamos, para poder buscarlas con el buscador de windows.




Lo más importante es empezar el nombre de la foto por la fecha, en formato año, mes y día, de esa manera siempre las tendremos  ordenadas por orden cronológico. Parece un trabajo largo, pero si se convierte en rutina no lo es. Lo más tedioso puede ser ordenar las que ya tenemos hechas, pero poco a poco también podremos hacerlo. Lo importante es comenzar ya, con las próximas que hagamos. No tenemos por qué renombrarlas una a una. Podemos seleccionar todas las que estén hechas en el mismo sitio y cambiarlas a la vez. Podemos añadir palabras claves no solo del sitio donde fueron hechas,  sino de las características de la foto que quizás algún día necesitemos, como puede ser: contraluz, nubes, cielo, azul, macro, retrato, difuminado, contraste…

Después de todo este proceso lo único que tenemos que hacer es entrar en el disco duro y en el explorador que está situado arriba a la derecha poner la palabra clave que estemos buscando. Si buscamos fotos del mar, pondremos "mar" y tendremos todas las fotos que contengan esa palabra, independientemente del año en el que fue hecha o de la carpeta en la que esté guardada.




Otra forma de buscar nuestras fotos dentro del ordenador  es con el programa picasa, hay muchos más, pero yo es el que utilizo, es de google y su descarga es gratuita. Reconoce las caras y las puedes organizar en carpetas , de esa forma de una pasada rápida puedes encontrar fotos de cualquier persona , es tan preciso que es capaz de reconocerlas aunque hayan pasado más 30 años entre una y otra y su aspecto ya no sea el mismo. También te permite enviarlas por correo,  si necesitas enviar una gran cantidad, puedes configurarlo para poder adjuntar más de cien fotos en un solo correo.




Visita mi página web

domingo, 13 de julio de 2014

¿Por qué mirar el mundo sólo de frente?

Agáchate, estírate, túmbate y verás que diferente se ve todo. Descubre cómo lograr mejores fotos, simplemente con cambiar el Angulo de enfoque. 

Ángulo Frontal
Es el más habitual y sin darnos cuenta, es el que más utilizamos al hacer nuestras fotos. Consiste en colocarnos al mismo nivel que el objeto a fotografiar. Como es el más habitual, tenemos que conseguir que la foto llame la atención, ya que a veces este ángulo podría resultar monótono.




A ras de suelo
No solemos mirar el mundo a ras de suelo, así que también este ángulo suele resultar atractivo, ya sea para personas u objetos...  En este ángulo, la cámara se mantiene recta frente al objeto a fotografiar, como en el angulo frontal, con la diferencia de que la situamos a ras suelo. Un buen ejemplo es esta impresionante fotografía cedida por "eltomavistasdesantander".





Ángulo en Contrapicado
En este ángulo la foto se toma de abajo hacia arriba. Se puede hacer cuando el objeto a fotografiar tiene una gran altura, dándole un toque de superioridad. Si lo utilizamos al hacer un retrato, la persona puede parecer más gruesa y tiende a quedar ligeramente deformada. Pero puede resultar atractivo, si es el efecto que buscamos.





Ángulo en Picado
Es el que se toma de arriba hacia abajo en forma diagonal. Lo podemos utilizar en retratos para darle un toque de interés. Además, es el mejor ángulo para ayudar a que una persona se vea más delgada. Pero también deforma la imagen, la cabeza que es la parte mas cercana a la cámara aparece normal, pero las piernas, que quedan más lejos, parecen mucho más pequeñas. Puede resultar fácil hacer este tipo de fotografía sin quererlo, si la persona que hace la foto es más alta que la persona a fotografiar y si además, le añadimos la mala calidad de algún objetivo, podemos tener un cuerpo deformado. El truco es situar la cámara siempre a la altura de los ojos del modelo, aunque eso suponga que nos tengamos que agachar.




Ángulo Cenital
Es el ángulo en el que la foto se  toma desde arriba. No es recomendable utilizar este ángulo en los retratos, ya que distorsiona el cuerpo de la persona de una forma más exagerada de lo que lo hace el angulo en picado. Puedes utilizarlo cuando quieres fotografiar objetos pequeños.




Ángulo Nadir
Este ángulo es el opuesto al cenital, se parece al ángulo en contrapicado, pero se diferencia en que la cámara está pegada a la base del objeto, formando un angulo de 90 grados con su parte inferior. En el caso de una persona, colocamos la cámara a sus pies, mirando hacia arriba. Este ángulo lo puedes utilizar fácilmente para objetos de gran altura como serían edificios o árboles. No resulta demasiado favorecedor para las personas, y es más usado en la fotografía arquitectónica.




Tenemos muchos ángulos entre los que escoger y cada uno de ellos nos brinda un efecto diferente, si los conocemos, podemos abrir nuestra mente a todas las posibilidades. El secreto está en practicar, practicar y practicar.

Cuelga aquí alguna foto que hayas hecho con distintos ángulos. COMPARTE.

Visita mi página web

domingo, 6 de julio de 2014

La siega

Las ideas, a veces aparecen sin más, sin haber hecho un proceso para dar con ellas. Una mañana de mayo de camino al trabajo, vi los campos de trigo crecidos  y de repente imaginé a todo el grupo de teatro, con  vestuario ambientado en 1930 y simulando una siega. He de añadir que estaba invadida por el espíritu de Lorca, quedaban quince días para nuestra representación de "Yerma".

 Pincha aquí para ver más imágenes




Dicho y hecho, lo preparamos todo y buscamos el día más apropiado para el reportaje. Aunque hubo un contratiempo, este año la siega se adelantó y ya no teníamos trigo crecido. Pero nada nos detiene, así que manos a la obra. 

Este es el making of del reportaje





Tengo que agradecer a todos y cada uno de los que me acompañaron en esta locura, porque sin ellos, mis proyectos se quedarían en la imaginación.

Gracias Marisol, Maricarmen, Miguel, Rafi, Susana, Marta, Jesús, Belén y al hijo de Miguel, que nos grabó en vídeo para poder montar el making of.

Aquí os dejo alguna foto. Si queréis  ver más, podéis pinchar sobre cualquier imagen.


 Pincha aquí para ver más imágenes

 Pincha aquí para ver más imágenes